¿Se puede llegar a perdonar una infidelidad? Supongo que no es una pregunta fácil de contestar, pero ¿se puede llegar a asumir que tu pareja tenga, además de ti, otra pareja? La primera reacción es un no rotundo. Jamás, jamás aceptaría ese tipo de humillación. Seguro que Monique, la protagonista de “La mujer rota”, de Simone de Beauvoir, pensaba de esta forma antes de sumergirse en el peor de los infiernos.
Ella y Maurice son una pareja normal, entrados en los cincuenta, y llevan una vida cómoda. Se quieren. No apasionadamente, pero ¿quién se quiere apasionadamente después de haber vivido 30 años juntos? Un día Maurice le confiesa a Monique que tiene una aventura con otra mujer. Le quita importancia. Un simple flirteo. Ella lo acepta porque está convencida de que la mejor manera de recuperar a su marido es dejar que él mismo se dé cuenta de que de quien realmente está enamorado es de ella. Pero el tiempo va pasando y sus planes no se cumplen tal y como ella tenía planeado: Maurice cada vez pasa más tiempo fuera de casa, cada vez le presta menos atención, cada vez le hace más reproches porque no respeta sus ansias de libertad…Y Monique aguanta y aguanta, sufre, llora, se atiborra de pastillas, llora de rabia porque no consigue entender qué es lo que ha podido hacer mal para que él se haya alejado de ella.
Cuando quiere darse cuenta, no hay rastro de su dignidad. Es un trapo, una mujer rota, un muerto viviente.
Simone de Beauvoir describe en este libro –que está compuesto por tres relatos- cómo tres mujeres diferentes se enfrentan a la pérdida del amor. Y todo ello en un contexto y en una sociedad en la que las mujeres no eran nadie sin los hombres: vivían por y para ellos, no existían como personas independientes con capacidad de decisión propia.
¿Qué ocurría, entonces, cuando una mujer que no había estudiado ni trabajado nunca llegaba a los 50 y su marido decidía echarse una amante? Resistir y resistir. Porque nadie les había enseñado que podían escoger una vida diferente. No sabían que podían luchar por ellas mismas y enfadarse cuando se les faltaba al respeto y exigir sus derechos.
Este libro me ha dejado destrozada. No quiero entrar en ningún tipo de debate hombres-mujeres, pero leo este libro ahora y miro alrededor y siguen pasando estas cosas, ¿por qué? De manera más sutil, menos evidente, pero pasan. No puedo entenderlo.
Ella y Maurice son una pareja normal, entrados en los cincuenta, y llevan una vida cómoda. Se quieren. No apasionadamente, pero ¿quién se quiere apasionadamente después de haber vivido 30 años juntos? Un día Maurice le confiesa a Monique que tiene una aventura con otra mujer. Le quita importancia. Un simple flirteo. Ella lo acepta porque está convencida de que la mejor manera de recuperar a su marido es dejar que él mismo se dé cuenta de que de quien realmente está enamorado es de ella. Pero el tiempo va pasando y sus planes no se cumplen tal y como ella tenía planeado: Maurice cada vez pasa más tiempo fuera de casa, cada vez le presta menos atención, cada vez le hace más reproches porque no respeta sus ansias de libertad…Y Monique aguanta y aguanta, sufre, llora, se atiborra de pastillas, llora de rabia porque no consigue entender qué es lo que ha podido hacer mal para que él se haya alejado de ella.
Cuando quiere darse cuenta, no hay rastro de su dignidad. Es un trapo, una mujer rota, un muerto viviente.
Simone de Beauvoir describe en este libro –que está compuesto por tres relatos- cómo tres mujeres diferentes se enfrentan a la pérdida del amor. Y todo ello en un contexto y en una sociedad en la que las mujeres no eran nadie sin los hombres: vivían por y para ellos, no existían como personas independientes con capacidad de decisión propia.
¿Qué ocurría, entonces, cuando una mujer que no había estudiado ni trabajado nunca llegaba a los 50 y su marido decidía echarse una amante? Resistir y resistir. Porque nadie les había enseñado que podían escoger una vida diferente. No sabían que podían luchar por ellas mismas y enfadarse cuando se les faltaba al respeto y exigir sus derechos.
Este libro me ha dejado destrozada. No quiero entrar en ningún tipo de debate hombres-mujeres, pero leo este libro ahora y miro alrededor y siguen pasando estas cosas, ¿por qué? De manera más sutil, menos evidente, pero pasan. No puedo entenderlo.