lunes, 29 de diciembre de 2008

Tesoros


Venir a casa de mis padres por navidad es un viaje al pasado alucinante. Ellos, con razón, nos insisten a mi hermana y a mí para que vacíemos cajones, armarios y cajas, que están llenos de cosas de nuestra infancia y adolescencia, no lo suficientemente importantes como para llevárnoslas a nuestras casas, pero desde luego, son documentos y materiales que no se pueden tirar.

Así, cada vez que venimos tenemos que volver a mirar cajón por cajón, y decidir de qué nos podemos desprender. He encontrado al menos seis diarios, el más antiguo de cuando tenía 8 años y realmente no tiene desperdicio. Luego están las fotos, las cartas de un millón de amigos de otras ciudades, las declaraciones de amor eterno con 10 años...en fin, toda una vida que tenía olvidada.

Pero sin duda lo mejor que he encontrado esta vez ha sido uno de mis libros favoritos: "Manual de la bruja", de Malcolm Bird. Es divertídisimo. Se divide en varios capítulos: cómo elegir y amueblar el hogar, la cocina de la bruja, el jardín de la bruja, la buenaventura y los signos del zodíaco, hechizos y maleficios, secretos de belleza, la última moda...Te explica todo lo que debes saber para convertirte en una auténtica bruja.

Me encantaría volver a ser niña para creerme todo lo que pone en este libro. Como entonces. Muy muy recomendable.

sábado, 27 de diciembre de 2008

Amphigorey (Edward Gorey)




Me han hecho un gran regalo estas navidades: el libro Amphigorey, de Edward Gorey. Se trata de quince obras ilustradas del autor norteamericano (22 de febrero 1925 - 15 de abril 2000), paradigma de lo macabro y de lo bizarro en su faceta de autor y ejemplo del excentricismo en su vida personal.


Gorey fue un personaje extraño. Afirmaba haber aprendido a leer a los tres años y medio y a los cinco años decía que ya había leído dos libros decisivos para su formación: Drácula y Alicia en el País de las Maravillas. Su única educación artística la recibió en el Art Institute de Chicago, donde participó en un curso de un semestre. Más tarde estudió Filología Francesa en Harvard. Tras licenciarse, se mudó a Nueva York donde fue contratado como director artístico en una editorial. Por las mañanas trabajaba en la editorial y por las noches se dedicaba a construir sus propios libros. Más adelante montó su propia editorial y llegó un punto en el que empezó a ganarse la vida únicamente como ilustrador.


Gorey siempre vivió completamente solo. Nunca se le conoció relación alguna. Apasionado del ballet, he leído que la única razón por la que permaneció 30 años en Manhattan fue para poder acudir diariamente a las representaciones del New York City Ballet. Cuando el coreógrafo Georges Balanchine murió, Gorey abandonó Nueva York y se instaló con sus cinco gatos en una casa bicentenaria en Yarmouth Port.


Me ha llamado mucho la atención descubrir que Edward Gorey era un fanático de las series de televisión y que grababa compulsivamente todos los capítulos de Buffy Cazavampiros.


Sus ilustraciones son oscuras, misteriosas, crueles a veces. Se nota quién es la mayor influencia de Tim Burton. Me ha gustado mucho la serie de The gashlycrumb tinies (Los pequeñines macabros): una ilustración por cada letra del abecedario donde se representa la muerte de un niño. Las formas de morir son completamente surrealistas...









viernes, 26 de diciembre de 2008

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina


Acabo de terminar la segunda entrega de la trilogía Millennium, de Stieg Larsson y tengo que decir que me parece muy cruel por parte de la editorial hacerme sufrir de esta manera. No puede ser que lancen el primer número en verano, que te hagan esperar al segundo hasta Navidad y ahora...¿qué? ¿hasta cuándo?.Ya sé que la estrategia empresarial no entiende ni de adicciones ni de sentimientos, pero no es justo.


La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, relata una nueva historia enrevesada con los mismos ingredientes de Los hombres que no amaban a las mujeres: violencia contra las mujeres, asesinatos, una investigación imposible de resolver, Mikael Blomkvist de nuevo en su faceta de periodista-detective y la inigualable Lisbeth Salander haciendo de las suyas.

Lisbeth me tiene fascinada.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

On the road (Jack Kerouac)


Hoy me gustaría ser Sal, coger una mochila y salir a la carretera para vivir. Esperar a que alguien me recoja en algún coche y que me deje en cualquier ciudad. Ir dejando atrás kilómetros y lugares y recuerdos. Ir dejando atrás todo lo que no me gusta de mi vida hoy. Conocer a gente rara. Y a gente normal. Que me cuenten historias diferentes. Que no me cuenten nada. Dormir en moteles de mala muerte. Pasar hambre. Dejar atrás el duro invierno de Nueva York para ir sintiendo poco a poco en la cálida brisa californiana.


Porque, ¿qué estoy haciendo aquí? Suena Charly Parker, allá a lo lejos. Creo que ya puedo oir la música. A lo lejos.

martes, 16 de diciembre de 2008

How to fight loneliness



Hoy quiero dedicarle esta canción a la persona que más quiero. Si sólo pudiera quedarme con una milésima parte de su dolor. Si sólo pudiera...

domingo, 14 de diciembre de 2008

Rubber Soul




Qué buenos son los reencuentros. Llevo una semana escuchando casi obsesivamente Rubber Soul. Después de bastante tiempo, The Beatles han vuelto a mi vida. Me parece increíble que este disco fuese grabado en cuatro semanas, con prisas, para llegar a tiempo al mercado navideño.
Algo pasó en los dos meses que transcurrieron desde el lanzamiento de Help! y el principio de las sesiones de Rubber Soul porque el cambio de estilo es más que evidente: las simples canciones de amor chico-chica, pasaron a ser temas mucho más complejos.

El álbum salió al mercado el 3 de diciembre de 1965 y fue un éxito tanto de ventas como de críticas. En Navidad llegó al primer puesto de las listas británicas, posición en la que se mantuvo 8 semanas. Son catorce canciones, entre las que se encuentran algunos de los grandes éxitos de The Beatles, como Michelle o Drive my car.

Personalmente, me quedo con Norwegian Wood (This Bird has flown), donde utilizaron por primera vez el "sitar", ese instrumento indio que produce un sonido metalizado. Según he leído, la canción cuenta la historia de una aventura que John Lennon tuvo con una mujer mientras estaba casado con Cynthia. Como no quería que su mujer se diese cuenta, llenó la canción de simbolismos y de metáforas. Aunque parece que no lo consiguió.

También me encanta If I needed someone. Es una canción bastante simple y la letra tampoco es que diga gran cosa, pero es una de esas canciones que me ponen feliz.



viernes, 12 de diciembre de 2008

Homenaje a Azaña


Los grandes hombres y mujeres nunca son homenajeados lo suficiente.
Pues eso...

lunes, 8 de diciembre de 2008

Las vacaciones de monsieur Hulot (Jacques Tati)



Es verano y una multitud de burgueses de la gran ciudad se escapan de vacaciones a un complejo hotelero en una playa cualquiera del Noroeste de Francia. Quieren pasar unas vacaiones tranquilas: playa, juegos de cartas, conversaciones aburridas con otros veraneantes, partidos de tenis, fiestas de disfraces...pero la calma se ve interrumpida cuando entra en escena monsieur Hulot. Un extravagante personaje al volante de un viejo cacharro, con pantalones por los tobillos, un peculiar sombrero y una pipa. Hulot no para de hacer enredos que desesperan a los veraneantes y que divierten a los niños: son gags sencillos y bien conseguidos, sin apenas diálogos, como los del cine mudo.

Hulot disfruta de un paseo en piragua, pero repentinamente ésta se rompe por la mitad y cuando trata de salir, los veraneantes huyen de la playa porque lo confunden con un tiburón. Hulot va a recoger a la chica que le gusta a su casa para ir a dar un paseo en caballo y en los cinco minutos que le dejan solo en el salón esperándola destroza cuadros, velas, alfombras de zorros...Es el típico personaje parco en palabras, torpe, surrealista, pero al que le coges cariño al instante. El propio Rowan Atkinson se basó en monsieur Hulot para crear el personaje de Mr. Bean.

La música de la película te traslada a una playa de Francia de los años 50, con bañadores de una pieza y casetas a rayas...Me gustan estas películas que te hacen reir con las tonterías más básicas.


lunes, 24 de noviembre de 2008

Desmontando a Harry (Woody Allen)


Harry (Woody Allen) es un escritor que ha perdido la inspiración. Después de escribir un libro donde revela sus infidelidades con su cuñada, entra en una etapa de bloqueo creativo en la que se le van apareciendo todos los personajes de sus novelas basados en personas reales. Así, sus propios personajes van desmontando a Harry, le hacen ver cuáles han sido sus errores y le van dando las pistas necesarias para acabar con su bloqueo.

La película está llena de estrellas de Hollywood: Kristie Alley, Billy Cristal, Demie Moore, Robin Williams...Y está llena de las típicas cosas de Allen: psicoanalistas, infidelidades, Manhattan, neurosis, prostitutas, locuras...Son las cosas que hacen que tenga momentos en los que sólo me apetezca ver una de sus películas. A veces, sólo me apetece estar en su mundo. En ningún otro.
Una escena que me encanta es cuando la segunda mujer de Harry, una psicoanalista interpretada por Kristie Alley, descubre que su marido le ha sido infiel con una de sus pacientes. Ella está en pleno ataque de histeria cuando aparece un paciente y no le queda más remedio que atenderle. Para ello, debe dejar de estrangular a su marido. Kristie Alley, llorosa, se recompone y comienoza a escuchar cómo su paciente le cuenta que no puede dormir por las noches porque su cuñado le trata demasiado bien. Ella le interrumpe y sale de la habitación para seguir descargando toda su ira contra su marido. Me encanta ver la cara del paciente, tumbado en el diván, con cara de no entender nada.

Me encantan los personajes exagerados. Me encantan los neuróticos. Me encanta echar de menos cosas que he visto. Y me encanta descubrir que Paulie, de Los Soprano aparece también en esta película.

martes, 18 de noviembre de 2008

I woke up this morning...


Desde que acabó la serie a mi vida le falta algo. No exagero. No. Logré llenar ese vacío con A dos metros bajo tierra durante un tiempo, con Twin Peaks después, pero no hay manera. Echo de menos el ritual: ir a trabajar, llegar a casa, comer con Los Sorpano, echarme la siesta, bajar a la piscina, más Soprano. A pesar de que sean unos horteras, machistas y asesinos, ¡les quiero!. No entiendo cómo los guionistas de esta serie han sido capaces de que haya llegado a identificarme con ellos: Tony, Paulie, Silvio, Carmela, Dra. Melfi...


Cuando devoraba la serie me volví un poco más violenta. Era inevitable. Estaban en mi mente las 24 horas del día. Es que la idea es brillante: recrear el ambiente de la mafia en el siglo XXI. Descendientes de italianos, pero que nunca han puesto un pie en Europa, siguen unas tradiciones que no conocen, pero que son su sello de identidad.


Pobre Tony. Es que es muy difícil ser el jefe de la mafia de Nueva Jersey, tener un par de hijos adolescentes y problemáticos, una mujer histérica, varias amantes y un trauma infantil con su madre. Yo también tendría ataques de ansiedad en esas circunstancias.


Reconozco que me emocioné al pasar por New Jersey este verano. Al atravesar el peaje que cruzaba Tony para ir a Manhattan. Me compré hasta un imán del Bada Bing. No digo más.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Buda explotó por vergüenza (Hana Makhmalbaf)


Bajo la estatua de Buda que destruyeron los talibanes aún viven miles de familias. Baktay, una niña afgana de seis años, se anima a ir a la escuela apoyada por el hijo de sus vecinos que lee los alfabetos frente a su cueva. De camino al colegio, unos niños que juegan acosan a Baktay. Entre ellos reproducen la realidad de la guerra y la violencia que les rodea y quieren divertirse fingiendo que lapidan a la niña.


Es impresionante como Baktay lucha por conseguir lo que quiere. Necesita comprar un cuaderno para ir a la escuela pero como no tiene dinero, aprovecha que su madre no está en la cueva en la que viven y coge cuatro huevos para venderlos en el pueblo. Nadie se los compra. Se ríen de ella. Un anciano le dice que no quiere huevos, pero que si consigue pan, él le dará dinero a cambio. Baktay consigue cambiar los huevos por el pan y compra el cuaderno.


De camino a la escuela es asaltada por unos niños que juegan a la guerra. Reproducen aquéllo que conocen, que no es otra cosa que considerar a las mujeres como seres inferiores. Los niños destrozan el cuaderno que tanto le ha costado conseguir a Baktay. Cavan una zanja y pretenden apedrear a la niña. ¿Por qué todavía existen lugares en el mundo en los que las mujeres no tienen ninguna opción de futuro?

jueves, 13 de noviembre de 2008

Testigo de cargo (Billy Wilder)




POR FAVOR, NO LE CUENTE EL FINAL DE LA PELÍCULA A SUS AMIGOS.


Pues eso, que no se puede contar nada. Lo sugieren al final de la película, así que voy a dedicar este post a elogiar a la gran Marlene. Esa masculinidad, esa fuerza, esa gran actriz. No me ha decepcionado en "Testigo de cargo". No era guapa. Pero su atractivo no tenía límites.


En el museo del cine de Berlín hay un homenaje a Marlene: sus trajes, el equipaje que llevó a EE.UU. cuando cruzó el charco. Me fascina esta mujer. Me fascina.


lunes, 10 de noviembre de 2008

Inés

Cuando éramos pequeñas nos odiábamos. Yo al menos, la odiaba bastantes veces al día. Lógico. Era dos años mayor que yo, compartíamos habitación, baño, televisión y Game Boy. Creo que ella a mí también me odiaba bastante. Nos pegábamos continuamente. Estoy orgullosa del hecho de que con la única persona con la que me he pegado en mi vida ha sido con ella. Con Inés. Mi hermana. Yo le mordía y ella me tiraba del pelo. Me ganaba siempre. Yo siempre lloraba para que mis padres pensaran que era ella la única culpable. Era la única táctica que tenía. Pero al poco tiempo dejó de funcionarme. Nos odiábamos durante el día, pero por la noche firmábamos un armisticio. Siempre nos dábamos la mano para ahuyentar a los fantasmas y los malos sueños. Por el día comenzaba de nuevo la batalla.

Siempre quise ser como ella. Vestir como ella. Escuchar la música que ella escuchaba. Pintar como ella lo hacía. Pero Inés lo odiaba. No podía soportarlo. De repente, se marchó de casa cuando empezó la universidad. Y tengo que reconocer que fue el peor año de mi vida. Al fin tenía esa habitación tan grande para mí sola. Pero yo ya no la quería. Fue entonces cuando empezamos a querernos. En realidad creo que siempre lo hicimos. Pero fue ese año cuando creo que nos dimos cuenta de que nos caíamos bien.

Echo de menos verla todos los días. Me encanta su optimismo y su forma de ver la vida. Su forma de ser. Cómo escucha y cómo se comporta con la gente. Lo que queda de esos días de gritos y peleas es que todavía hoy quiero ser como ella. Yo de mayor quiero ser como Inés. Me considero una persona muy afortunada porque a los hermanos no se los elige. Pero si yo pudiese hacerlo, no podría elegir a nadie que no fuese ella.

Siempre que escucho esta canción de Belle and Sebastian me acuerdo de Inés. Fue una de las muchas cosas que me enseñó. He pasado el fin de semana con ella y ya la estoy echando de menos. Para ti, Inés.



Ella me sacaría de aquí si yo estuviese muriendo. Y sí, siempre lloro en los finales.

sábado, 8 de noviembre de 2008

De donde no se vuelve





"Camino cegado contra un sol poniente. Sobre mi cabeza, una tupida red
de araña recorta el cielo. Cables, postes, miles de ramas de árboles negros
y sus sombras...
Sus sombras rotas.

Una trepidación en el alma. En esta luz que me deslubra
está escrito mi ayer.
Los recuerdos y lo olvidado, atrapados en esta tupida red de araña.

Otros tiempos se abisman entre las líneas que mutilan el cielo...

Los excesos del pasado...

Vapores de opio donde el tiempo es sombra.
Vapores de opio sueñan letras chinas.

Morfina...
Pentazocina. Palfium. Dolantina. Pentapón. Sosegón...
Ampollas de clorhidrato mórfico...
Heroína...
El limbo que antecede al infierno (...)"

Alberto García-Alix




He visto toda la tristeza del mundo en la exposición de García-Alix. Euforia y desesperación. Subidas, bajadas. Chutes. Todo muy explícito. Todo muy real. He salido muy triste. Conmovida. Uf.

viernes, 7 de noviembre de 2008

El guardián entre el centeno


Me gustaría decir que Helene Hanff ha faltado esta semana porque al fin consiguió ir a Londres a visitar a Frank Doel y al resto de sus amigos de 84 Charing Cross Road, pero la realidad siempre es menos romántica que la ficción y lo cierto es que no he escrito en más de una semana porque básicamente no he parado por casa. Trabajo. Trabajo. Más trabajo. Clases. Momentos especiales...Ya estoy de vuelta.

Decidí hace unas semanas volver a la adolescencia y he estado releyendo, después de un millón de años, "El guardián entre el centeno". Ha sido muy especial volver a leer algo que leí hace tanto, con los ojos de una persona diferente a la que era entonces. He pasado de reconocer actitudes de Holden, a verlas con un sentimiento de :"ay, qué perdido está el pobre". Me he sentido un poco madre, tengo que reconocerlo, ¿pero a quién se le ocurre irse en medio de la noche a Nueva York? ¿a un pobre niño sólo y desvalido? ¿por qué?.

Aunque al poco de empezar a leer, he vuelto a sentirme un poco adolescente. Y, casi sin darme cuenta, me he visto a mí misma comentando cada cosa que se me pasaba por la cabeza. Como Holden.También como él, en realidad no le hablaba a nadie, sino a un interlocutor imaginario. Iba en el metro analizando cada movimiento, a cada persona y lo comentaba conmigo misma: "cada vez soporto menos el contacto con la gente en el metro, si quieres que te diga la verdad". Cosas de este tipo. He acabado agotada de tanto verbalizar todos mis pensamientos.

Qué entrañable Holden.

Hoy quiero hacer una mención especial a la noche de ayer. La presentación de el primero de Los Cuadernos de El Pez Globo fue todo un éxito. Fue una sorpresa ver a tanta gente. Muy emocionante. Con una acogida así, te entran ganas de seguir trabajando. Y en eso estamos. Gracias a todos. Gracias al Bandido Doblemente Armado. Gracias a Julia, Carol y Bar. Gracias.

jueves, 30 de octubre de 2008

Banda aparte (Jean-Luc Godard)


"Banda aparte" de Godard me recuerda a "Jules et Jim", de Truffaut: dos hombres, locos por la misma mujer. El ritmo de la película es frenético. En muchos momentos parece que esté acelerada, como si fuese una película muda. Lo que más me gustó de "Banda aparte", además(por supuesto) de la escena del Louvre, son las imágenes en el sincamil, el coche descapotable: esas imágenes en las que se ven la espalda de los tres protegonistas y toda una carretera vacía por recorrer.





No me gustó la imagen que, en algunos momentos, de presenta de Odile. La típica imagen de niña estúpida que se deja maltratar por Arthur. Como no podía ser de otra forma, me han vuelto a entrar ganas de ir a París y batir el récord de los 3 minutos y 49 segundos...

lunes, 27 de octubre de 2008

Alone again or (Love)



Yeah, said it´s all right
I won´t forget
All the times I´ve waited patiently for you
And you´ll do just what you choose to do
And I will be alone again tonight my dear
Yeah, I heard a funny thing
Somebody said to me
You know that I could be in love with almost everyone
I think that people are
the greatest fun
And I will be alone again tonight my dear






Esta canción de Love me pone los pelos de punta. El disco donde aparece, "Forever Changes", es considerado como uno de los discos clave de la historia de la música rock. Muy recomendable.

viernes, 24 de octubre de 2008

Presentación El Pez Globo


Al fin lo hemos conseguido: presentación del primer número de "El Pez Globo" el próximo 6 de noviembre en la librería "El Bandido Doblemente Armado". Todo el mundo es bienvenido.

miércoles, 22 de octubre de 2008

La mejor escuela


"Desconfía de aquellos que te enseñen
listas de nombres
fórmulas
y fechas
y que siempre repiten modelos de cultura
que son la triste herencia que aborreces.
No aprendas sólo cosas
piensa en ellas
y construye a tu antojo situaciones
e imágenes
que rompan la barrera que aseguran existe
entre la realidad y la utopía.
Vive en un mundo cóncavo y vacío
juzga cómo sería una selva quemada
detén el oleaje en las rompientes
tiñe de rojo el mar
Sigue a unas paralelas hasta que te
devuelvan
al punto de partida
Coloca el horizonte en vertical
haz aullar a un desierto
familiarízate con la locura
Después sal a la calle y observa:
es la mejor escuela de tu vida".


José Agustín Goytisolo


No sé por qué hoy he recordado este poema que mis padres me dejaron encima de la mesilla de noche el día de mi 18 cumpleaños. Creo que no hay consejo mejor para una persona que se supone que entra en la edad adulta. Debería recordarlo más a menudo y seguir los consejos de Goytisolo. Me iría mucho mejor en la vida. Supongo.

martes, 21 de octubre de 2008

Recuerdos



"Escuché a Borges decir que recordaba que una tarde su padre le había dicho algo muy triste sobre la memoria, le había dicho:

"Pensé que podría recordar mi niñez cuando por primera vez llegué a Buenos Aires, pero ahora sé que no puedo, porque creo que si recuerdo algo, por ejemplo, si hoy recuerdo algo de esta mañana, obtengo una imagen de lo que vi esta mañana. Pero si esta noche recuerdo algo de esta mañana, lo que entonces recuerdo no es la primera imagen, sino la primera imagen de la memoria. Así que cada vez que recuerdo algo, no lo estoy recordando realmente, sino que estoy recordando la última vez que lo recordé, estoy recordando un último recuerdo. Así que en realidad no tengo en absoluto recuerdos ni imágenes sobre mi niñez, sobre mi juventud".

Después de evocar estas palabras de su padre, Borges se calló durante unos segundos que me parecieron eternos, y luego añadió:

"Intento no pensar en cosas pasadas porque sé que si lo hago, sé que lo estoy haciendo sobre recuerdos, no sobre las primeras imágenes. Y eso me pone triste. Me entristece pensar que tal vez no tengamos recuerdos verdaderos de nuestra juventud".

Enrique Vila-Matas. "París no se acaba nunca"

Al leer esta historia que aparece en el libro de Vila-Matas, he recordado la película de Michel Gondry, "Olvídate de mí" (o "Eternal Sunshine of the Spotless Mind", en su título original): ¿qué pasaría si existiese un tratamiento para borrar todo aquello que queremos que desaparezca de nuestra mente? ¿qué recuerdos borraría yo? ¿a qué personas haría desaparecer?. Igual no es necesario que exista ningún invento como éste, igual simplemente nosotros mismos somos incapaces de, como decía el padre de Borges, recordar lo que realmente hemos vivido. Igual no existen recuerdos, sino simplemente los recuerdos de los recuerdos que puede que nada tengan que ver con lo realmente vivido...

miércoles, 15 de octubre de 2008

Quemar después de leer


Hoy he ido al cine a ver la nueva película de los Cohen: "Quemar después de leer" y he pasado un buen rato. Es una comedia con grandes actores, de personajes extremos, impredecibles. Una parodia sobre la CIA, infidelidades, gimnasios y aspirantes a chantajistas.


He recordado aquellos tiempos universitarios de la calle Mayor cuando, como hoy, iba al cine con mi amiga Julia y al salir caminábamos de vuelta a casa, comentando la película simplemente hablando de cualquier cosa. El paseo desde Plaza España hasta casa era mágico, de noche, con frío, andando por el Palacio Real. Me ha encantado recordar esa sensación.

martes, 14 de octubre de 2008

Jeanne Hébuterne (Modigliani)


"Jeanne Hébuterne se mató. En esta última visita a París he andado persiguiendo su sombra, leyendo las ideas de los demás sobre ella, interesado en la juventud de esta infeliz artista, amante de Modigliani, del que había tenido un hijo -una niña- y estaba esperando otro cuando el pintor -alcohol y enfermedades varias- murió.


Jeanne tenía muchos problemas con la burguesía, con su familia. Al día siguiente de la muerte de Modigliani, embarazada de nueve meses, abrió la ventana de la quinta planta de la casa de sus padres, en el número 8 de la rue Amyot de París, y se dejó caer de espaldas. Leí la historia de su suicidio hace trinta años, cuando era joven vivía en París, la leí y recuerdo que imaginé la escena completa y luego la olvidé. Pero Jeanne ha vuelto a mí este agosto en París, al leer yo casualmente un artículo sobre sus amores con Modigliani y su muerte deseperada".


Enrique Vila-Matas, "París no se acaba nunca"


Recuerdo cuando el pasado febrero fui a ver la exposición de Modigliani en el Museo Thyssen-Bornemisza y la impresión que me dio, más que sus cuadros -que me impresionaron- la triste historia de su vida. El suicidio de su pareja, Jeanne, embarazada del pintor, me conmovió. También yo había olvidado esta historia y hoy he vuelto a encontrala en el libro de Vila-Matas. Como prometió él, no pienso olvidarla una segunda vez.

lunes, 13 de octubre de 2008

L.A. Confidential (James Ellroy)


Pura novela negra. Los Ángeles años 50. Este relato de James Ellroy es oscuro. Muy oscuro. Lleno de alcohol, nocturno, de bares de mala muerte. Policías con una moral cuanto menos contradictoria tratan de resolver un asesinato múltiple. Cada uno de ellos con intereses diferentes. Pero que este crimen acaba uniéndoles aun cuando eran verdaderos enemigos.


El mundo del hampa, corrupción. Crímenes, violencia, más crímenes. Ed Exley es un antiguo combatiente con grandes ambiciones. Al que no le importa pisar a quien tenga que pisar con tal de conseguir su objetivo. Bud White y Jack Vincennes son dos policías que utilizan métodos extremos, en una particular lucha contra la delincuencia. El crimen del Nite Owl les une a los tres en una trama donde se juntan pornografía, heroína, abusos sexuales, corupción policial...


Me estoy aficionando a este tipo de novela. Aquí todo vale.

jueves, 9 de octubre de 2008

Porgy and Bess


Porgy and Bess es una ópera trangresora. Fue originalmente concebida como una "ópera folclórica" de EE.UU. Se estrenó a finales del otoño de 1935 en Nueva York, utilizando un reparto formado exclusivamente por cantantes afroamericanos. Su compositor, George Garshwin, se basó en textos de Ira Gershwin y de DuBose Heyward para crear esta ópera en la que, además, incluyó blues y jazz. De ahí que no fuese considerada una "ópera real" hasta 1976 cuando la Houston Grand Opera produjo la partitura completa con gran éxito.


Tuve oportunidad de ver Porgy and Bess el verano pasado en el Patio de Conde Duque. Interpretada por la compañía New York Harlem Theatre, salí realmente impresionada. Se trata de una tragedia que cuenta la historia de Porgy, un inválido afroamericano que habita en los suburbios de Charleston y sus intentos por rescatar a Bess, una prostituta que huye de su chulo.


Al principio de la representación, Porgy relata su desdichada existencia con un monólogo estremecedor: "Cuando Dios me creó inválido, me condenó a la más absoluta soledad". Sin embargo, su suerte cambia cuando aparece la bella Bess...


Voy a dejarlo ahí porque si no se me acusa de revelar demasiado.


La canción Summertime es la pieza más conocida de la obra, en parte porque fue interpretada por dos grandes: Louis Armstrong y Ella Fitgerald.





La noche en que vi esta ópera era fresquita. Una de las últimas noches de verano y corría el aire en el Patio de Conde Duque. Me sentía como si estuviese en la plaza mayor de algún pueblo perdido. Las voces de los actores me trasladaron durante varias horas a un pueblo de Carolina del Sur en el que nunca había estado, pero que me resultaba muy familiar...

domingo, 5 de octubre de 2008

Berlín le toma cariño al muro


Leí hace tiempo en La Vanguardia que el muro de Berlín está podrido. Que necesita una reparación urgente o que si no podría venirse abajo. Una noticia que por allá en los años de la Guerra Fría hubiera sido acogida con alegría ("¡El muro se pudre!) hoy resulta ciertamente preocupante. ¿Cómo van a dejar las autoridades que desaparezca el símbolo más importante de nuestra historia reciente? Y hay quien dirá que lo mejor es olvidar y enterrar y no volver a hablar jamás de ciertas cosas para que tal vez así, al no ser nombradas parezca como si nunca hubieran existido. Pues bien, el muro se pudre y no hay dinero sufuciente para mantenerlo en pie, ¿y por qué?.

Un año después de la caída del muro, en 1990, 118 artistas fueron invitados a pintar el tramo de 1,3 km de longitud que se mantiene en el barrio berlinés de Friedrichshain. Ahora, para poder arreglarlo y poder mantener los graffitis (considerados también parte de la historia), se debe quitar cuidadosamente la primera capa pintada, reconstruir el resto y volver a colocar esta capa. Este proceso cuesta 1,3 millones de euros. 1,3 millones de euros para evitar la desaparición de 1,3 km de muro...




El muro no es sólo uno de los atractivos turísticos de la ciudad, es algo más, es un gran símbolo que es necesario preservar para no olvidar nunca que Berlín estuvo dividido varias décadas, para recordar siempre que hubo dos Berlines, separados no sólo por el muro, sino por años de progreso (o de retraso). Y los alemanes no quieren olvidarlo porque ocurrió, ocurrió allí mismo y seguramente parte de lo que son se lo deban a esa separación.

Cuando paseas por Berlín te invade una niebla de historia de la que difícilmente puedes desprenderte. Cada uno de los momentos que he pasado en la capital alemana no he podido evitar imaginarme la realidad que vivieron sus habitantes. Siempre digo que todavía son dos ciudades: Berlín Este, perdida en el tiempo. Gris, con grandes avenidas y monstruosos edificios cuadriculados. Berlón Oeste, una ciudad europea de hoy, con inmigración, modernidad, bicicletas...

Los alemanes no quieren que su muro se pudra. Quieren recordar que durante varias décadas Berlín fue el centro del Universo.

"Cuando Alemania del Este se desplomó en 1989, los berlineses estaban impacientes por derribar el símbolo más detestado del régimen comunista: el muro de Berlín que dividió la ciudad durante la Guerra Fría. Diecisiete años después, los responsables de la ciudad y los artistas discuten cómo hacer exactamente lo contrario: evitar que la mayor sección del muro que sigue en pie, convertida en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, se venga abajo".

sábado, 4 de octubre de 2008

Irrepetible


Cuando te apetece hacer algo pero no sabes muy bien de qué se trata. Cuando algo te inquieta. Cuando necesitas sacar algo de dentro, pero no sabes ni cómo, ni por qué. Cuando esto ocurre y encuentras a otras tres personas a las que les ocurre lo mismo. Y empezáis a hablar y a inventar y a actuar, aunque despacito, pero cuando empezáis a hacer cosas. A sacar cosas. Cuando todo va avanzando y salen cosas mal. Y cosas bien. Cuando de repente ves que lo has conseguido y puedes ver esa pequeña creación, cuando la ves y todas estáis contentas con el resultado. Cuando esto ocurre hay que celebrarlo. Y nada mejor que la celebración de ayer. Todas juntas y hablando. Hablando y riendo y sacando cosas y más cosas que ni siquiera sabía que tenía dentro.
Gracias chicas. El Pez Globo está a punto de asomar la cabeza.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Las uvas de la ira


En 1939 John Steinbeck escribió "Las uvas de la ira", un relato estremecedor de la crisis que vivió Estados Unidos tras el crack del 29 y de cómo ésta provocó que miles y miles de familias tuvieran que dejarlo todo, empaquetar sus vidas en camionetas destartaladas y emigrar hacia el Oeste, la tierra prometida. En 1940 John Ford llevó al cine este relato y Henry Fonda se puso en la piel de Tom Joad, un ex convicto que emigra con su familia al Oeste y descubre la realidad de un país donde no existe la justicia social y donde algunos de sus propios ciudadanos eran tratados como animales.

La película es menos dura, pero el libro no da tregua. Steinbeck relata un verdadero drama, inpirado en cierto modo por su propia historia. Tom Joad sale de la cárcel tras pasar varios años encerrado por haber matado a un hombre. Vuelve a su casa, una pequeña parcela con tierras que los Joad llevan trabajando durante generaciones. Tom llega, acompañado por Casy, el ex predicador del pueblo que perdió la fe y al que se encuentra por el camino. Una vez allí descubren que la casa está abandonada. Un vecino del pueblo les cuenta que los Joad están en casa del tío de Tom, preparándose para marcharse a California.

Tom se reencuentra con ellos y le cuentan que las tormentas de polvo han arruinado las cosechas y que los bancos han conseguido con su presión echar a todos los pequeños propietarios. Miles de papeles que informan a la gente de que en California les espera un gran futuro, animan a las familias a emigrar hacia el Oeste. Como los Joad, muchas familias empeñan su vida y se lanzan a la carretera. Tras semanas de viaje, la realidad es mucho más amarga de lo que prometían los panfletos. Los okies, como se llamaba a los inmigrantes del Este, se cuentan por miles y no hay trabajo para todos. Si se necesitaban 1.000 recolectores de fruta o algodón, se repartieron millones de panfletos y cuanta más gente acudía a California, desesperada por alimentar a sus familias, más bajaban los salarios que ya de por sí eran miserables. La gente, muerta de hambre, aceptaba cualquier cosa y no era capaz ni siquiera de pensar que quizá si se unían podrían reclamar sus derechos.

"He estado pensando mucho, pensando en nuestra gente viviendo como cerdos y la buena tierra fértil en barbacho, o quizá un tipo con un millón de acres, mientras cien mil bueno granjeros se mueren de hambre. Y he pensado que si todos nos juntamos a gritar, como hacían aquéllos, sólo unos pocos en el rancho de Hopper (...).
- ¿Entonces qué, Tom?
- Entonces no importa. Entonces estaré en la oscuridad. Estaré en todas partes...donde quiera que mires. En donde haya una pelea para que los hambrientos puedan comer, allí estaré. Donde haya un policía pegándole a uno, allí estaré. Si Casy sabía, por qué no, pues estaré en los gritos de la gente enfurecida y estaré en la risa de los niños. Cuando estén hambrientos y saben que la cena está preparada. Y cuando nuestra gente coma los productos que ha cultivado y viva en las casas que ha construído, allí estaré, ¿entiendes?".

viernes, 26 de septiembre de 2008

Mansard Roof (Vampire Weekend)



Fin de semana. A disfrutarlo. Este grupo es capaz de alegrarme el día.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Cuentos en verso para niños perversos


Recuerdo con especial cariño todos los libros de Roald Dahl que leí de niña. Recuerdo cómo disfrutaba en los mundos de Matilda, de Las Brujas, de Charlie y la fábrica de chocolate, de James y el melocotón gigante...Recuerdo cómo las ilustraciones de Quentin Blake se metían en mi cabeza y me hacían viajar por todos esos escenarios.


Y recuerdo también, cómo durante años llegué a pensar que todos los demás niños conocían la versión equivocada de los cuentos de siempre porque la única versión verdadera era la que Roald Dahl contaba en sus "Cuentos en verso para niños perversos". Aquéllos cuentos donde el príncipe de Cenicienta le cortaba la cabeza a una de las hermanastras, donde el espejito mágico de Blancanieves adivinaba los caballos ganadores de las carreras y hacía millonarios a los Siete Enanos, donde Caperucita mataba al lobo y se hacía un buen abrigo con sus pieles...


"¡Si ya nos la sabemos de memoria!

diréis. Y sin embargo de esta historia

tenéis una versión falsificada, rosada,

tonta, cursi, azucarada,

que alguien con la mollera un poco rancia

consideró mejor para la infancia...


El lío se organiza en el momento

en el que las Hermanastras de este cuento

se marchan a palacio y la pequeña

se queda en la bodega a partir leña.

Allí, entre los ratones llora y grita,

golpea la pared, se desgañita:

"¡Quiero salir de aquí! ¡Malditas brujas!

¡¡Os arrancaré el moño por granujas!!"

Y así hasta que por fin asoma el Hada

por el encierro en el que está su ahijada.

"¿Qué puedo hacer por ti Ceny querida?

¿Por qué gritas así? ¿Tan mala vida

te dan esas lechuzas?". "Frita estoy

porque ellas van al baile y yo no voy" (...)

martes, 23 de septiembre de 2008

Las caras de la medalla. Adiós Verona


Hace un año aproximadamente en la portada de Babelia aparecía el siguiente titular: "Cortázar inédito". Parece ser que habían encontrado un cuento hasta entonces desconocido del escritor argentino: "El escritor no llegó a publicar este relato, que ahora ha sido recuperado por la agente Carmen Balcells entre el legado de que Aurora Bernárdez, viuda y albacea del escritor, le entregó. Ciao Verona da respuesta a algunos de los enigmas literarios del gran autor argentino".


Según cuenta el artículo: "Con la lectura del por treinta años inédito Ciao Verona, el lector sabrá a qué correspondía la sombra de Las caras de la medalla y, al mismo tiempo, podrá imaginar otras atmósferas, otras sombras no menos inesperadas".


Las caras de la medalla es una carta que un tal Javier le escribe a una mujer, Mireille. Se conocieron en Ginebra, en el Consejo Europeo para la Investigación Nuclear, donde ella trabajaba y adonde él acudía de vez en cuando desde Londres. Nació entre ellos una amistad y él, aunque casado, pronto se enamoró de ella. Pese a que Javier interpretaba la actitud de Mireille como de "correspondencia", en el momento en el que él se acercaba, ella le rechazaba una y otra vez, sin darle ninguna explicación...Javier trata con esta carta de despojarse de la frustración que le producía la actitud de Mireille. Resulta conmovedora la dedicatoria del relato: "A la que un día lo leerá, ya tarde como siempre".


Este relato deja abiertas muchas incógnitas. Con Ciao Verona, el cuento que salió a la luz el año pasado, se cierra el círculo. Todo se comprende.


Ciao Verona comienza contando que una mujer ha muerto en un hotel de Boston. Se ha suicidado tras ingerir pastillas. Entre sus objetos personales, escasos, se encontró una carta de amor apenas leída. Conforme voy leyendo, descubro que la carta está escrita por otra mujer: Mireille. Ésta, asume el rechazo de la difunta y le cuenta la historia de un viaje que realizó a Verona con un tal Javier. Parece que Javier había sido un antiguo amante de Mireille y que el propósito del viaje, según cuenta ella, no era otro que confesarle su verdadera inclinación sexual y su amor por Lamia (la difunta). Pero todo esto son suposiciones porque en ningún momento cuenta qué tipo de relación existió entre Javier y Mireille. Se trata de una historia triste, de doble rechazo: el rechazo de Lamia a Mireille y el rechazo de Mireille a Javier.


Dos cartas, la de Javier a Mireille -que nunca llegó a enviar- expresando todo su desconcierto; y la de Mireille a Lamia -donde se da respuesta a todas las dudas que asaltan a Javier viendo, de esta forma, la otra cara de la medalla.


Me parece preciosa la historia y el hecho de que hasta hace nada, nadie -excepto su autor- pudiera llegar a entenderla en su conjunto.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Only the lonely (Roy Orbison)



Ya ha llegado el otoño. Nada mejor para celebrarlo que una de esas canciones que te apetece escuchar en casa mientras llueve ahí afuera.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Un buen día






Es un día lluvioso. No importa porque estoy donde quiero estar. Pocas veces logro conformarme y disfrutar del aquí y el ahora. Tengo un día apasionante por delante. Un día solo para mí. Tengo la guía en la mano y decido acercarme primero al Metropolitan Museum of Arts.

Hombre de la taquilla: "¿Estudiante?"
Yo (halagada): "no"
Hombre de la taquilla: "son 20 dólares, ¿está usted de acuerdo?"
Yo (sorprendida): "ehhh...sí, ¿no?

Me hace gracia esto de los americanos. No establecen un precio exacto para ciertas cosas. Te sugieren que el precio de entrada es de 20 dólares, pero tú tienes la última palabra. Aunque esta claro que nadie va a decir que no está de acuerdo...cosas raras que no entiendo muy bien.

Leo en mi guía: "El MET es una ciudad-estado cultural con recursos propios, una colección de dos millones de objetos y un presupuesto anual de más de 120 millones de dólares".

Cierto. Hay en este museo más cuadros de Picasso de los que he podido ver en todos los museos de España. Y de Van Gogh, de Monet, Manet, Gauguin, Cezanne, Renoir...Hay más Europa en el MET que en la propia Europa. No me extraña que los neoyorquinos sueñen con París, si tienen un gran trozo de París junto a Central Park. Después de dos horas tratando de seguir un itinerario imposible -las salas se suceden unas a otras como si fuesen un gran laberinto- me he dejado llevar. Quería encontrarme cosas por sorpresa. Que el museo me sorprendiese. Y así ha sido: arte de Oceanía, máscaras tribales de tamaños inimaginables; Grecia y Roma en todo su esplendor; algunos de los grandes, como Modigliani, Chagall, Miró, Dalí, Paul Klee; y, como no podía ser de otra forma...¡¡Edward Hopper!!

Descubrimientos. Dos pintores americanos: Thomas Eakins ("The champion single sculls") y John Singer Sargent ("Madame X"). Aunque no haya sido un descubrimiento, me ha encantado encontrarme con la escultura de una bailarina de Degas, con su tutú de tela: "The little forteen-year-old dancer". Curioso también ha sido descubrir el "Wisteria Dining Room", de Auguste Rateau. Se trata de un salón Art Nouveau y, según explican, es el único salón de este estilo que se encuentra en un museo americano.






El Whitney Museum of American Art se alberga en un edificio diseñado por el arquitecto de la Bauhaus, Marcel Breuer. La colección permanente está compuesta por obras de Hopper, Alexander Calder o Willem de Kooning. Una de las exposiciones temporales: "Polaroids: Mapplethorpe", obra del fotógrafo Robert Mapplethorpe de 1970 a 1975. Son fotografías transgrsoras (ya lo advierte un cartel a la entrada: "lo que van a ver a continuación puede que no guste a todo tipo de públicos"), donde el artista, utilizano Polaroid, retrata a amantes desnudos, amigos, músicos (como Patti Smith) y a él mismo.


La Neue Gallerie está ubicada en una antigua mansión de los Rockefeller en la 5ª Avenida, frente a Central Park. Es un museo dedicado al arte alemán y austríaco con obras de artistas como Egon Schiele, Gustav Klimt o Paul Klee. En la planta baja hay un restaurante, el Café Sabarsky, donde sirven comidas, pasteles y cafés típicos vieneses.
Tarde lluviosa en Nueva York. No hay nada mejor que tomarse una tarta de queso con vainilla y un enorme café con crema, después de haber pasado el día viendo museos. Tras los cristales del Café Sabarsky veo lluvia, mucha lluvia. y, tras la 5ª Avenida, Central Park.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Missing


Missing, de Costa-Gavras, relata la situación política de Chile tras el golpe de estado de Pinochet. La historia se centra en una de tantas desapariciones que tuvieron lugar por aquel entonces. Desapariciones que en la mayoría de los casos acababan en muerte a las pocas horas del secuestro. Los militares irrumpían con violencia en las casas señaladas, ocupadas por personas que simplemete pensaban diferente. O que simplemente pensaban. Algo de esto me suena. Algo de esto pasó también por aquí.


Charles Horman y su mujer Beth son una pareja de norteamericanos que dedició mudarse al Chile de Salvador Allende en busca de la utopía socialista. Jóvenes inquietos, de la acomodada clase media norteamericana, que tenían interés por descubir otro país, Chile, donde se estaba viviendo una situación política atractiva para ellos.


11 de septiembre de 1973. Golpe de estado. Asesinan a Allende y el país se convierte en una batalla campal. La capital, Sanitago, es tomada por los "milicos" y empieza la búsqueda y captura de todo enemigo del régimen. Charles Horman es uno de estos enemigos, que además sabe demasiado debido a un encuentro accidental con miltares norteamericanos en una ciudad de la costa chilena. Charles desaparece y su mujer, Beth, emprende una búsqueda desesperada. En su ayuda, acude Ed Horman, padre de Charles, un hombre de negocios neoyorquino que no es capaz de concebir que su país pueda hacer algo inmoral. Tampoco es capaz de creer que a un ciudadano norteamericano pueda pasarle algo. Si se es americano todas las puertas se abren. Estés donde estés.


Me encanta cómo va evolucionando en personaje de Ed, como pasa del: "¿en qué líos estaríais metidos para que esto haya ocurrido", al "¿qué demonios habéis hecho con mi hijo?". Es vergonzoso todo lo que ocurrió, estremecedor el momento en el que Ed llama por un micrófono a su hijo dentro del Estadio Nacional, donde estaban hacinados los presos políticos. Y ésta es una historia basada en hechos reales, según el propio director. Lo que más me cabrea es que hubo cientos y miles de historias similares reales. Esto pasó. Y es una pena que se olvide.


Me enfado mucho cuando veo esta película.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

New York City (I)


Nueva York es LA CIUDAD. Lo tiene todo. Todo lo que una persona como yo, urbana hasta la médula, puede desear. París, Berlín son otra cosa, tienen encantos diferentes, son ciudades mágicas, pero Nueva York es LA CIUDAD. Cuando visito un lugar nuevo no puedo evitar imaginarme cómo sería mi vida si yo viviese allí. Y me he imaginado muy feliz viviendo en Manhattan. Más feliz que en cualquier otro lugar.

Confirmado. Cuando llegué a Grand Central Terminal y bajé del autobús que nos había traído desde el aeropuerto tuve esa sensación. La que todo el mundo tiene cuando llega. Yo ya había estado en esta ciudad. Es más, ya había estado muchísimas veces. Aún así, no podía parar de mirarlo todo, con una ansiedad casi infantil: los edificios tan altos, los taxis, el humo saliendo de las alcantarillas...

No sé cómo puedo empezar a describir lo infinitamente pequeña que me sentí cuando subí al Empire State Building la primera noche que llegamos a la ciudad. No era muy tarde, creo que serían aproximadamente las diez de la noche, empezaba a lloviznar y prácticamente no había nadie. Todas las luces bajo nuestros pies. Todas nuestras. Pero inalcanzables al mismo tiempo.

Toda la semana me ha acompañado una sensación de irrealidad, como si todo lo estuviese viendo a través de la pantalla del televisor. El skyline que se divisa desde el ferry de Staten Island me recordaba totalmente a un cuadro de Richard Estes. Una mezcla entre fotografía y un cuadro hiprerrealista. Pero irreal ante mis ojos.


El puente de Brooklyn es grandioso, con esa maraña de cables y el constante ruido de los coches que pasan bajo los pies de los viandantes. Hay tanto que contar que tardaría días y días: Times Square, la meca del consumismo impuesto por la publicidad que te acorrala allá donde mires; Battery Park City, con millones de banderas de barras y estrellas y las botas de los bomberos a los que se les rinde homenaje por haber dado sus vidas al tratar de salvar a las personas que estaban en las Torres Gemelas aquél 11 de septiembre; la Estatua de la Libertad, lo primero que divisaban los recién llegados de Europa en la época de las grandes migraciones; la Zona Cero, preparándose para las conmemoraciones del 7º aniversario del atentado; Dumbo Park en Brooklyn, donde se reconoce el cartel de la película Manhattan de Woody Allen; Chinatown; la fiesta de San Gennaro en Little Italy...




Seguiré contando historias detalladas del viaje. Tengo que decir que esta semana he sido muy feliz. Gracias J.

martes, 16 de septiembre de 2008

Un paisaje americano


El pasado 28 de agosto La Vanguardia publicaba un artículo en su sección de Cultura titulado "Un paisaje americano", donde su autor, Marc Bassets, explicaba la historia del cuadro de Edward Hopper, "Nighthawks" e incluía una fotografía del lugar actual en el que en su día había estado la famosa cafetería del cuadro. Soy una fanática de los lugares donde han ocurrido cosas. Soy fanática, además, de Edward Hopper, que es capaz de transmitirme toda la tristeza y toda la soledad del mundo a través de sus cuadros.


Me gusta la historia que cuenta el artículo: la imagen que muestra la fotografía no es otro lugar que un cruce de calles de Nueva York (la esquina de la Séptima Avenida, la calle 11 y la avenida de Greenwich) donde hoy simplemente hay un solar rodeado por una valla, cubierta por mensajes y mensajes. Ninguno va dirigido a Hopper, ni a ninguno de los cuatro personajes solitarios que dibujó. Justo al otro lado de la calle está el Saint Vincent Hospital, el hospital en codiciones de tratar a los heridos más cercano al lugar de los atentados del 11-S. Todos esos mensajes son muestras espontáneas de apoyo a los afectados por la catástrofe.


La fotografía es bastante mala. Llovía bastante ese día en NY y tengo que reconocer que mi talento fotográfico deja mucho que desear. Pero el lugar es mágico para mí.

lunes, 8 de septiembre de 2008

New York, New York


Todo el mundo que ha visitado Nueva York me dice lo mismo: cuando llegas tienes la sensación de haber estado ya en esta ciudad. Es inevitable, supongo. El dominio americano en todos los aspectos de nuestra vida es difícil de esquivar. Yo traté de deshacerme de él durante algún tiempo gracias a una serie de prejucios que únicamente contribuyeron a prolongar mi ignorancia.


Ahora estoy en mi etapa americana y aunque sé que en Nueva York no voy a encontrar los caminos polvorientos que recorrió la familia Joad en su exilio a California, ni la decadencia que reflejan las fotografías de Robert Frank en "Los Americanos"; aunque sé que Nueva York es y no es América al mismo tiempo; es el único viaje que podría hacer ahora. No puedo tener más ilusión. No puedo.


Quiero convertirme en un halcón nocturno y tomarme una copa en el Greenwich village, justo en el bar que Hopper pintó. Si me queréis encontrar, buscadme por allí.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Long walk home


Hoy quiero contar una historia. Es la historia de una mujer que siendo adolescente tuvo que abandonar su casa, su cuidad, Pamplona para marcharse a Zaragoza a ayudar en la pensión de su tío Marcelino. Su tía acababa de morir y debía echarle una mano a él y a sus primos Luis, Carmen y a la pequeña Pilarín. En Zaragoza hizo su vida, siempre al lado de su prima Carmen. Siempre inseparables. Una desgracia las unió todavía más. De por vida. Sus novios, con los que seguramente iban a casarse, murieron en la Guerra Civil. Aún recuerdo como, hace unos años, al preguntarle por él, no pudo contener el llanto. 60 años después, seguía echándole de menos.

Tras la guerra, las dos primas se prometieron no separarse jamás. Y juntas vivieron una vida inusual para dos mujeres en aquella época: vestían pantalones, fumaban con boquilla, iban al cine, al teatro. Años después, Luis, su primo, emigró a Suiza con su mujer en busca de un futuro mejor. Carmen y ella, con la generosidad y dedicación que siempre las caracterizó se prestaron a cuidar de los tres hijos de Luis y su mujer Carmen: Óscar, Olga y Mavi. No hace falta que diga que Luis y Carmen eran mis abuelos y que, como no podía ser de otra forma, mis tías abuelas, Carmen y ella, Mary, siempre fueron también mis abuelas.

Recuerdo las partidas de parchís en su casa, la bolsa de agua caliente en la cama, el hígado, el chocolate con churros, todo lo que nos han querido siempre. Todo lo que yo las querré siempre. Hace cinco años y sin avisar, mi tía Carmen nos dejó para siempre. Y con ella, se fueron también las ganas de vivir de mi tía Mary. Por eso hoy, aunque es un día especialmente triste, estoy feliz porque ella está feliz también. Descansando con su otra mitad, de la que nunca debería haberse separado.

Pienso que el hogar está allí donde se encuentran aquéllos a los que más quieres. Me alegro tía, de que, tal y como querías, estés de nuevo en casa. Dale un beso enorme a la tía Carmen y otro enorme para ti también. Os quiero. Para siempre.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Sacco y Vanzetti


El pasado 23 de agosto se cumplieron 81 años de la ejecución de Nicolas Sacco y Bartolomeo Vanzetti en la silla eléctrica de la prisión de Charlestown, Massachussets. El crimen que no cometieron: el asesinato de un pagador de una fábrica de zapatos y su escolta. Las autoridades necesitaban unos culpables y Sacco y Vanzetti encajaban perfectamente: eran unos radicales. Nada impidió que el juez Thayler decretase la pena de muerte de los dos anarquistas italianos, ni el hecho de que un preso puertorriqueño, Celestino Madeiros, se declarase culpable del asesinato; ni siquiera las protestas y peticiones de clemencia de Mussolini, Stalin, Marie Curie, Charles Lindbergh o John Dos Passos impidieron la ejecución de Sacco y Vanzetti.


Estremecedoras son las declaraciones de Bartolomé Vanzetti, tras conocer la sentencia de muerte: "Digo que soy inocente. Todos los que conocen estos dos brazos saben bien que no necesito matar a nadie en la calle ni arrebatarle dinero(...). Yo nunca he cometido crimen alguno en mi vida...yo sólo he luchado por erradicar el crimen, los crímenes que la ley oficial y moral sancionan y santifican y que es la opresión del hombre por el hombre (...)".


Antes de su ejecución, Vanzeti declaró a un periodista: "Si no fuera por todo esto, yo me habría pasado la vida dando discursos en las esquinas ante gente indiferente. Habría muerto en el anonimato, fracasado. Ahora no somos un fracaso. Esta es nuestra carrera y nuestro triunfo. Nunca habríamos esperado en nuestra vida haber realizado semejante labor por la tolerancia y la justicia, para el entendimiento entre los hombres, como ahora lo hacemos por accidente. ¡Nuetsras vidas, nuestras palabras, nuestros padecimientos son nada! ¡Quitarnos la vida -las vidas de un buen zapatero y un pobre pescadero- es todo! Ese último momento nos pertenece, esa agonía es nuestro triunfo!"


Brindemos por Saco y Vanzetti.

martes, 2 de septiembre de 2008

Henry Lee


Tengo que reconocer que me costó llegar a Nick Cave. Probablemente porque en un primer momento no me topé con los temas adecuados. Pero ahora estoy rendida a sus pies.

¿Puede existir más amor que en este video? A veces cuando lo veo me siento incómoda porque es tan íntimo que me da la sensación de que es un momento sólo para ellos dos, que no puede haber nadie más. Siento como que estoy invadiendo su intimidad. Cómo se miran, cómo se tocan, cómo se cantan. Hay mucho mucho amor y me encanta.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Tener y no tener


Isla de Martinica. Colonia francesa.1940. II Guerra Mundial. "To have or to have not", dirigida por Howard Hawks está basada en un relato de Ernest Hemingway (cuenta la historia que Hawks retó a Hemingway diciéndole: "cuánto te apuestas a que hago una película de tu peor novela"). Interpretada por Humphrey Bogart y una jovencísima Lauren Bacall (con 19 años, esta fue su primera película), las similitudes con Casablanca son evidentes.


Harry (Bogart) es un cínico expatriado americano sin interés alguno en ayudar a la resistencia francesa de la isla de Martinica, ocupada por los nazis. Es patrón de un barco, que alquila a todo aquel que pague el precio adecuado. Hasta que aparece Marie (Bacall), "femme fatale", de pasado oscuro; y comienza la aventura...Hay incluso un piano que nos traslada irremediablemente al Café de Rick.


Me encanta Lauren Bacall en esta película: la forma que tiene de encenderse los cigarrillos, tan varonil y esa voz ronca...su presencia lo llena todo: "Ya sabes que no tienes que fingir conmigo, Harry. No tienes que decir nada y no tienes que hacer nada. Nada de nada. Tal vez sólo silbar. ¿Sabes silbar, verdad? Juntas los labios...y soplas".


He leído que la apasionada relación que Bogart y Bacall tuvieron durante el rodaje escandalizó a la prensa. Bogart tenía 26 años más que Bacall y estaba casado con una mujer, tan celosa que decidió asistir diariamente al rodaje en cuanto oyó rumores del romance. Tras el divorcio, Bogart y Bacall pudieron formar un matrimonio que figuró como modélico en las revistas de la época. Se cuenta que, como obsequio de boda, Bogart regaló a Bacall un silbato de oro con la inscripción: "si me necesitas, silba". También se dice que alguien colocó dicho silbato en el ataúd del actor, cuando falleció 13 años después.

viernes, 29 de agosto de 2008

Tiempo


Hoy me he asustado mucho. Me he levantado temprano, como todos los días de trabajo; me he duchado, me he vestido y como una auténtica autómata he ido a la oficina. He encendido el ordenador y he empezado a trabajar. Como todos los días. No ha habido nada excepcional hoy. Es comprensible, seguimos en agosto. De repente, he sentido una angustia enorme: llevo sentándome en esta silla dos años y medio. Dos años y medio. ¿En qué momento llegué a pensar que el tiempo no pasaría para mí?. Dos años y medio...

jueves, 28 de agosto de 2008

Frida


Hace poco leí la biografía de Frida Kahlo. No pude no emocionarme. No sólo por el sufrimiento físico que padeció a lo largo de toda su vida, sino por el sufrimiento que le producía su turbulenta relación con Diego Rivera. Le era infiel constantemente y, aunque parezca contradictorio, él era un celoso enfermizo. Y ella, feminista e independiente, no podía reprimir su dolor cuando se enteraba de las aventuras de su marido con otras mujeres: "Además, a Diego no se le había ocurrido nada mejor que irse con Cristina, mi hermana pequeña. Eso era ya meterme el dedo en la llaga: ella formaba un poco parte de mí y estaba en mejor estado que yo. Traté de ser tolerante y liberal. Traté de razonar pensando que, a fin de cuentas, sólo tenemos una vida y hay que vivirla lo mejor posible (...). Pero me dolía. Y me sentía culpable: ese sentimiento era indigno de alguien que pretende tener ideas liberales".


Frida trataba de que no le afectase porque pensaba que su actitud no era la propia de una mujer liberal, pero ¿cómo no sufrir si su marido le estaba engañando con su propia hermana? Y no entiendo la actitud que adoptó, consintiendo sus constantes escarceos cuando él le exigía fidelidad.


"Volví a México, con la paz en las manos, dispuesta a un nuevo modus vivendi, dispuesta a todo mientras no nos perdiéramos el uno al otro. Yo hacía todo lo posible para no sentirme herida por las historias entre Diego y Cristina u otras".


No puedo entender esta resignación. Supongo que eran otros tiempos. Pero me cuesta aceptarlo.


miércoles, 27 de agosto de 2008

Los Americanos (Robert Frank)



"Robert Frank se tragó un triste poema desde la misma América y lo pasó a la fotografía, haciéndose un sitio entre los grandes poetas trágicos del mundo".


Así describe Jack Kerouac la obra del fotógrafo suizo Robert Frank (Zúrich, 1924) en el prólogo del libro Los Americanos, donde se recogen unas 80 fotografías que Frank realizó entre 1955 y 1956 mientras viajaba por las carreteras de casi 48 estados en viejo coche usado. Un desfile en Nueva Jersey, un funeral en Carolina del Sur, escaparates de Washington, un cóctel en Nueva York, carreteras de Idaho, un picnic en California, Arizona, Tennessee, Utah...El autor disparó 28.000 instantáneas, de las que seleccionó 86, creando la obra cumbre de la historia de la fotografía, que este año celebra su 50 aniversario, fecha que la editorial La Fábrica ha aprovechado para publicar por primera vez la edición española del libro.


El proyecto original comenzó siendo muy criticado y polémico. Frank contemplaba desde su concepción una vía totalmente independiente del fotoperiodismo. Recibió tantas críticas adversas que, en 1958, el libro tuvo que ser publicado en una editorial francesa y con título en francés porque los americanos se vieron ofendidos con el material y causó una terrible conmoción. Agunos creían verse reflejados en un espejo deformador.



El impacto fue fulminante. El lenguaje fotográfico empleado por Frank era totalmente innovador: ignoraba deliberadamente las reglas y las leyes de la composición tradicional creando fotografías que expresan un directo rechazo a la dictadura del instante decisivo. Frank esperaba hasta asegurarse de que lo que veía por el visor fuera exactamente lo que quería fotografiar: "Intento atrapar de nuevo lo que he visto y oído, lo que he sentido, ¡lo que sé!. No existe un momento decisivo. Hay que crearlo. Tengo que hacer lo necesario para que aparezca delante de mi objetivo".




Son retratos de personajes anónimos, capturados con naturalidad, donde se mezclan paisajes urbanos con entornos rurales que parecen extraídos de cualquier cuadro de Edward Hopper. Soledad. Inmensidad. Vacío. Tristeza. Vida. Realidad.