miércoles, 7 de julio de 2010

Abandono 3: Plaza España


Plaza España de Madrid. Uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Coches, humo, ruido, personas que se dirigen a Gran Vía; personas que suben hacia la calle Princesa. Plaza España nunca duerme. En verano los turistas y no tan turistas se tumban en el césped bajo la mirada de Don Quijote y Sancho Panza. En invierno, la gente cruza con prisa la plaza para llegar su destino. Y siempre el mismo olor: el del restaurante chino que está junto al parking de la plaza, en ese submundo oriental en el que si apareces por casualidad parece como si hubieses viajado por arte de magia a Pekín. Agencias de viajes, tiendas de comida, restaurantes, inmobiliarias. Todo en chino. A un metro bajo tierra de uno de los puntos más importantes de Madrid.

Un edificio enorme se levanta al otro lado de la calle. Es el edificio España, uno de los rascacielos más representativos de la ciudad. 28 plantas y 117 metros de altura. Los Otamendi construyeron este edificio en los años 50 y, durante años, fue uno de los hoteles más lujosos de Madrid: el hotel Crowne Plaza. Hoy está totalmente abandonado.

Desde junio de 2005 nada ocurre allí. Esa acera de Plaza España en la que la actividad era constante, hoy presenta un aspecto totalmente fantasmagórico. Los comercios que estaban junto al hotel han cerrado también. Incluso el kiosko de prensa que estaba frente a la puerta de entrada. Desde hace años me sorprende muchísimo toda la gente que transita por Plaza España. Por toda la plaza, excepto por la acera del hotel abandonado. Nada. Nadie. Es como si una onda invisible ahuyentase a los peatones. Nadie quiere pasar por una calle que lo fue todo y que ahora no es nada.

En alguna ocasión he tratado de ver a través de los cristales del antiguo hotel y he visto abandono. Suciedad. Ceniceros con colillas. Polvo. ¿Por qué han dejado morir a este edificio emblemático?

En 2005, con el cambio de dueños el hotel fue perdiendo actividad y la inmobiliaria Metrovacesa lo puso a la venta. Esperaba conseguir por el edificio 350 millones de euros, pero finalmente el Grupo Santander pagó por él poco más de 277 millones. Y ahí sigue. Muerto. Una simple sombra de todo lo que fue.

Me llama la atención. La grandeza, la decadencia de un símbolo. Me da pena.

10 comentarios:

Cristina dijo...

Te doy toda la razón y comparto los sentimientos. Haber conocido este precioso edificio en pleno apogeo y ahora verlo abandonado es tristísimo, sobre todo cuando seguro que se le podrían dar mil usos. No comprendo que se consientan este tipo de cosas.

Lamentable.

Helene Hanff dijo...

Pues sí, Cristina. Da mucha pena. Un abrazo

memento dijo...

Vaya, siendo madrileño me da un poco de vergüenza no haberme dado cuenta de esto. Así que muchas gracias por haberme llamado la atención al respecto.

ijero dijo...

Pues sí, es una pena... Dan ganas de Okuparlo ;)

Helene Hanff dijo...

No sería mala idea, Inma :)
Un beso muy fuerte

Juls dijo...

Aband-Anonadado. Precioso texto.

Helene Hanff dijo...

¡Gracias Tina! Me encanta tu nueva identidad...

Anónimo dijo...

como poco tristisimo, y qué me dicen de la estación del Norte, con lo bonita que era. Una ciudad que no mantiene, cuida y protege sus edificios emblemáticos, ¿a qué aspira?, y mientras don erre que erre con sus olimpiadas, money, money, money....

Lily dijo...

Este foro es lo único que he encontrado para hallar respuestas al abandono como muy bien decís, de este emblemático edificio... qué pasa con ello???? no hay respuestas... es una gran pérdida, porque era un hotel muy chulo y daba mucha vida junto con los establecimientos, es muy raro que ninguna empresa pudiente se haga cargo de él...

Camila dijo...

Para los que nos gusta ir a distintos lugares esta bueno poder llegar a nuevos sitios que nunca hemos ido y descubrir nuevos lugares en cada ciudad. El ultimo año pude obtener viajes a madrid a un gran precio y la verdad es una ciudad hermosa