domingo, 30 de enero de 2011

Pequeñas conquistas vitales


Hoy he visto en La Casa Encendida la exposición de los proyectos premiados en Generación 2011, un programa con el que se pretende descubrir e impulsar el trabajo de artistas emergentes. Lo que más me ha llamado la atención ha sido la instalación de Pablo Serret de Ena: cinco banderas y cinco vídeos que relatan pequeñas conquistas vitales de cinco personas diferentes.


Aprender a decir no, enfrentarse a las injusticias o vencer la timidez. Situaciones cotidianas, con las que toda persona se puede sentir identificada. Yo lo he hecho. Por eso me ha gustado tanto.

Las Cumbres es el título del trabajo. Llegar a la cumbre representa el triunfo. Llegar a la cumbre implica esfuerzo, trabajo, superación. Llegar a lo más alto.


Una de las obras narraba la historia de una persona que no sabía decir que no. Un día tenía un no tan grande dentro de ella, que explotó. Y salpicó a todos de la peor manera. Fue una gran tragedia, así que tomó una determinación: no se cortaría el pelo hasta que aprendiese a decir que no, dejaría crecer su pelo hasta que el no le saliese de manera natural, con fuerza, sin sentimiento de culpa.


Para mí, las pequeñas conquistas vitales son los triunfos más grandes. No había caído en todas las que he conseguido en 2010 hasta que he visto hoy Las Cumbres. Me he dado cuenta, además, que el año pasado fui a la peluquería mucho más de lo que acostumbro. Casualidades.

6 comentarios:

TRoyaNa dijo...

Helen Hanff
no nos enseñan en la escuela las cosas más fundamentales,esa inteligencia emocional que es básica a la hora de estar satisfechos con nuestras vidas en el día a día,en esas pequeñas-grandes conquistas cotidianas,que pueden pasar inadvertidas para los demás pero que de cara a nosotros/as mismas,son esenciales.
bsts

Helene Hanff dijo...

Qué razón tienes, Troyana. Yo, suspenso en todas las asignaturas de inteligencia emocional...aunque voy aprendiendo. ¡Un beso!

TRoyaNa dijo...

No me creo suspendas en todas las asignaturas,no seas tan dura contigo misma,porque somos eternos aprendices y más en estos temas en los que la vida es la escuela.
bsts

memento dijo...

Joder, yo debería de aprender a decir NO alguna puta vez...

Juls dijo...

Me gusta todo esto que dices y me gusta que poco a poco haya señales que nos indiquen que cada día nos conocemos un poco mejor a nosotros mismos. Brillante este post Helene, será porque te he visto de cerca "escalar" esa cima de la que hablas. =)

Helene Hanff dijo...

Troyana: Gracias por tu comentario. Es verdad, estamos siemrpe aprendiendo. Un beso

Memento: Creo que aprender a decir No es una de las cosas más difíciles de este mundo...

Tina Trosky: jajajaja, si es que al final el recurso escalador sirve para todo. Luego nos vemos :)