sábado, 8 de noviembre de 2008

De donde no se vuelve





"Camino cegado contra un sol poniente. Sobre mi cabeza, una tupida red
de araña recorta el cielo. Cables, postes, miles de ramas de árboles negros
y sus sombras...
Sus sombras rotas.

Una trepidación en el alma. En esta luz que me deslubra
está escrito mi ayer.
Los recuerdos y lo olvidado, atrapados en esta tupida red de araña.

Otros tiempos se abisman entre las líneas que mutilan el cielo...

Los excesos del pasado...

Vapores de opio donde el tiempo es sombra.
Vapores de opio sueñan letras chinas.

Morfina...
Pentazocina. Palfium. Dolantina. Pentapón. Sosegón...
Ampollas de clorhidrato mórfico...
Heroína...
El limbo que antecede al infierno (...)"

Alberto García-Alix




He visto toda la tristeza del mundo en la exposición de García-Alix. Euforia y desesperación. Subidas, bajadas. Chutes. Todo muy explícito. Todo muy real. He salido muy triste. Conmovida. Uf.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tristeza en unas caras y alegría en otras; gentes marcadas por vivir duro (las menos) y otras por vivir alegre (las más), cuando lo de todos los días era intenso y rápido, y los momentos no terminaban. Por la mañana, el rincón de la pila con su grifo era cosa de otro planeta y hacía frio; pero en un momento volvíamos a encontrarnos los unos con los otros y todo recomienza, y todo es bello y dulce y bueno. No recuerdo el lenguaje de aquél momento, pero identifico algunos de sus códigos. Hay belleza en las fotos. En unos casos porque se es jóven (y suave y bello) y en otros porque se es vivido. No te entristezcas; la mayoría, ojalá todos, han elegido. Conmuévete, eso sí. En la última planta de la exposición, bajo la bóveda y en medio de dos grandes formatos de la última fase del artista, un vano, una reja, Madrid en sus tejados, visión hacia el sureste, y al fondo una suerte de fortaleza que parece proteger la ciudad y el horizonte. No se qué es y no estoy seguro de que el artista haya sido consciente de ese momento de belleza, pero, además, ¡qué importa!

Helene Hanff dijo...

Qué bonito. Gracias por compartirlo. Eché de menos en la exposición el retrato de la parte feliz de esa época, que como tú dices, fue importante también. Me parece que todos están tristes...

Emily dijo...

Yo lo mucho que veré es el catálogo, cuando mi hermano venga a verla seguro que lo compra. Qué suerte!