jueves, 28 de agosto de 2008

Frida


Hace poco leí la biografía de Frida Kahlo. No pude no emocionarme. No sólo por el sufrimiento físico que padeció a lo largo de toda su vida, sino por el sufrimiento que le producía su turbulenta relación con Diego Rivera. Le era infiel constantemente y, aunque parezca contradictorio, él era un celoso enfermizo. Y ella, feminista e independiente, no podía reprimir su dolor cuando se enteraba de las aventuras de su marido con otras mujeres: "Además, a Diego no se le había ocurrido nada mejor que irse con Cristina, mi hermana pequeña. Eso era ya meterme el dedo en la llaga: ella formaba un poco parte de mí y estaba en mejor estado que yo. Traté de ser tolerante y liberal. Traté de razonar pensando que, a fin de cuentas, sólo tenemos una vida y hay que vivirla lo mejor posible (...). Pero me dolía. Y me sentía culpable: ese sentimiento era indigno de alguien que pretende tener ideas liberales".


Frida trataba de que no le afectase porque pensaba que su actitud no era la propia de una mujer liberal, pero ¿cómo no sufrir si su marido le estaba engañando con su propia hermana? Y no entiendo la actitud que adoptó, consintiendo sus constantes escarceos cuando él le exigía fidelidad.


"Volví a México, con la paz en las manos, dispuesta a un nuevo modus vivendi, dispuesta a todo mientras no nos perdiéramos el uno al otro. Yo hacía todo lo posible para no sentirme herida por las historias entre Diego y Cristina u otras".


No puedo entender esta resignación. Supongo que eran otros tiempos. Pero me cuesta aceptarlo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿viste la película?,al parecer ella también se divertía con otros y con otras, y me parece fenomenal,partiendo de la sinceridad y dado que él le era infiel¿¿por qué iba a permanecer cual Penélope,sola y resignada?

Helene Hanff dijo...

Sí, ella tembién tenía sus aventurillas, menos mal! pero me sorprende mucho cómo una mujer como ella no mandó a la mierda a Diego Rivera. Ay! el amor...