"Escuché a Borges decir que recordaba que una tarde su padre le había dicho algo muy triste sobre la memoria, le había dicho:
"Pensé que podría recordar mi niñez cuando por primera vez llegué a Buenos Aires, pero ahora sé que no puedo, porque creo que si recuerdo algo, por ejemplo, si hoy recuerdo algo de esta mañana, obtengo una imagen de lo que vi esta mañana. Pero si esta noche recuerdo algo de esta mañana, lo que entonces recuerdo no es la primera imagen, sino la primera imagen de la memoria. Así que cada vez que recuerdo algo, no lo estoy recordando realmente, sino que estoy recordando la última vez que lo recordé, estoy recordando un último recuerdo. Así que en realidad no tengo en absoluto recuerdos ni imágenes sobre mi niñez, sobre mi juventud".
Después de evocar estas palabras de su padre, Borges se calló durante unos segundos que me parecieron eternos, y luego añadió:
"Intento no pensar en cosas pasadas porque sé que si lo hago, sé que lo estoy haciendo sobre recuerdos, no sobre las primeras imágenes. Y eso me pone triste. Me entristece pensar que tal vez no tengamos recuerdos verdaderos de nuestra juventud".
Enrique Vila-Matas. "París no se acaba nunca"
Al leer esta historia que aparece en el libro de Vila-Matas, he recordado la película de Michel Gondry, "Olvídate de mí" (o "Eternal Sunshine of the Spotless Mind", en su título original): ¿qué pasaría si existiese un tratamiento para borrar todo aquello que queremos que desaparezca de nuestra mente? ¿qué recuerdos borraría yo? ¿a qué personas haría desaparecer?. Igual no es necesario que exista ningún invento como éste, igual simplemente nosotros mismos somos incapaces de, como decía el padre de Borges, recordar lo que realmente hemos vivido. Igual no existen recuerdos, sino simplemente los recuerdos de los recuerdos que puede que nada tengan que ver con lo realmente vivido...
1 comentario:
Borges trató el asunto de la memoria muchas veces; tiene incluso un relato específico "Funes, el memorioso". A Borges hay que leerlo directamente. Los comentarios sobre literatura de literatos pueden ser piezas magníficas en ocasiones pero, sobre todo, sirven para lanzarnos a buscar las fuentes. Sobre la memoria, qué decir, salvo que hay otro autor, al que quizá cite más tarde, que afirmaba que el cerebro es un filtro que nos salva de la realidad. ¿Alguien imagina lo que puede ser recordar todo lo vivido? día a día, mes a mes, año por año, ...
¿Memoria? En las dosis necesarias; es una droga mortal. ¿Imaginación? Es función compensadora.
Otra cosa: Si a Vila-Matas París no se le acaba nunca es porque para Hemingway (seguro que lo he escrito mal)París fué una fiesta. Prefiero la fiesta del París de don Ernesto. A las fuentes, a las barricadas, Vive la Comunne!!
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