lunes, 24 de noviembre de 2008

Desmontando a Harry (Woody Allen)


Harry (Woody Allen) es un escritor que ha perdido la inspiración. Después de escribir un libro donde revela sus infidelidades con su cuñada, entra en una etapa de bloqueo creativo en la que se le van apareciendo todos los personajes de sus novelas basados en personas reales. Así, sus propios personajes van desmontando a Harry, le hacen ver cuáles han sido sus errores y le van dando las pistas necesarias para acabar con su bloqueo.

La película está llena de estrellas de Hollywood: Kristie Alley, Billy Cristal, Demie Moore, Robin Williams...Y está llena de las típicas cosas de Allen: psicoanalistas, infidelidades, Manhattan, neurosis, prostitutas, locuras...Son las cosas que hacen que tenga momentos en los que sólo me apetezca ver una de sus películas. A veces, sólo me apetece estar en su mundo. En ningún otro.
Una escena que me encanta es cuando la segunda mujer de Harry, una psicoanalista interpretada por Kristie Alley, descubre que su marido le ha sido infiel con una de sus pacientes. Ella está en pleno ataque de histeria cuando aparece un paciente y no le queda más remedio que atenderle. Para ello, debe dejar de estrangular a su marido. Kristie Alley, llorosa, se recompone y comienoza a escuchar cómo su paciente le cuenta que no puede dormir por las noches porque su cuñado le trata demasiado bien. Ella le interrumpe y sale de la habitación para seguir descargando toda su ira contra su marido. Me encanta ver la cara del paciente, tumbado en el diván, con cara de no entender nada.

Me encantan los personajes exagerados. Me encantan los neuróticos. Me encanta echar de menos cosas que he visto. Y me encanta descubrir que Paulie, de Los Soprano aparece también en esta película.

martes, 18 de noviembre de 2008

I woke up this morning...


Desde que acabó la serie a mi vida le falta algo. No exagero. No. Logré llenar ese vacío con A dos metros bajo tierra durante un tiempo, con Twin Peaks después, pero no hay manera. Echo de menos el ritual: ir a trabajar, llegar a casa, comer con Los Sorpano, echarme la siesta, bajar a la piscina, más Soprano. A pesar de que sean unos horteras, machistas y asesinos, ¡les quiero!. No entiendo cómo los guionistas de esta serie han sido capaces de que haya llegado a identificarme con ellos: Tony, Paulie, Silvio, Carmela, Dra. Melfi...


Cuando devoraba la serie me volví un poco más violenta. Era inevitable. Estaban en mi mente las 24 horas del día. Es que la idea es brillante: recrear el ambiente de la mafia en el siglo XXI. Descendientes de italianos, pero que nunca han puesto un pie en Europa, siguen unas tradiciones que no conocen, pero que son su sello de identidad.


Pobre Tony. Es que es muy difícil ser el jefe de la mafia de Nueva Jersey, tener un par de hijos adolescentes y problemáticos, una mujer histérica, varias amantes y un trauma infantil con su madre. Yo también tendría ataques de ansiedad en esas circunstancias.


Reconozco que me emocioné al pasar por New Jersey este verano. Al atravesar el peaje que cruzaba Tony para ir a Manhattan. Me compré hasta un imán del Bada Bing. No digo más.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Buda explotó por vergüenza (Hana Makhmalbaf)


Bajo la estatua de Buda que destruyeron los talibanes aún viven miles de familias. Baktay, una niña afgana de seis años, se anima a ir a la escuela apoyada por el hijo de sus vecinos que lee los alfabetos frente a su cueva. De camino al colegio, unos niños que juegan acosan a Baktay. Entre ellos reproducen la realidad de la guerra y la violencia que les rodea y quieren divertirse fingiendo que lapidan a la niña.


Es impresionante como Baktay lucha por conseguir lo que quiere. Necesita comprar un cuaderno para ir a la escuela pero como no tiene dinero, aprovecha que su madre no está en la cueva en la que viven y coge cuatro huevos para venderlos en el pueblo. Nadie se los compra. Se ríen de ella. Un anciano le dice que no quiere huevos, pero que si consigue pan, él le dará dinero a cambio. Baktay consigue cambiar los huevos por el pan y compra el cuaderno.


De camino a la escuela es asaltada por unos niños que juegan a la guerra. Reproducen aquéllo que conocen, que no es otra cosa que considerar a las mujeres como seres inferiores. Los niños destrozan el cuaderno que tanto le ha costado conseguir a Baktay. Cavan una zanja y pretenden apedrear a la niña. ¿Por qué todavía existen lugares en el mundo en los que las mujeres no tienen ninguna opción de futuro?

jueves, 13 de noviembre de 2008

Testigo de cargo (Billy Wilder)




POR FAVOR, NO LE CUENTE EL FINAL DE LA PELÍCULA A SUS AMIGOS.


Pues eso, que no se puede contar nada. Lo sugieren al final de la película, así que voy a dedicar este post a elogiar a la gran Marlene. Esa masculinidad, esa fuerza, esa gran actriz. No me ha decepcionado en "Testigo de cargo". No era guapa. Pero su atractivo no tenía límites.


En el museo del cine de Berlín hay un homenaje a Marlene: sus trajes, el equipaje que llevó a EE.UU. cuando cruzó el charco. Me fascina esta mujer. Me fascina.


lunes, 10 de noviembre de 2008

Inés

Cuando éramos pequeñas nos odiábamos. Yo al menos, la odiaba bastantes veces al día. Lógico. Era dos años mayor que yo, compartíamos habitación, baño, televisión y Game Boy. Creo que ella a mí también me odiaba bastante. Nos pegábamos continuamente. Estoy orgullosa del hecho de que con la única persona con la que me he pegado en mi vida ha sido con ella. Con Inés. Mi hermana. Yo le mordía y ella me tiraba del pelo. Me ganaba siempre. Yo siempre lloraba para que mis padres pensaran que era ella la única culpable. Era la única táctica que tenía. Pero al poco tiempo dejó de funcionarme. Nos odiábamos durante el día, pero por la noche firmábamos un armisticio. Siempre nos dábamos la mano para ahuyentar a los fantasmas y los malos sueños. Por el día comenzaba de nuevo la batalla.

Siempre quise ser como ella. Vestir como ella. Escuchar la música que ella escuchaba. Pintar como ella lo hacía. Pero Inés lo odiaba. No podía soportarlo. De repente, se marchó de casa cuando empezó la universidad. Y tengo que reconocer que fue el peor año de mi vida. Al fin tenía esa habitación tan grande para mí sola. Pero yo ya no la quería. Fue entonces cuando empezamos a querernos. En realidad creo que siempre lo hicimos. Pero fue ese año cuando creo que nos dimos cuenta de que nos caíamos bien.

Echo de menos verla todos los días. Me encanta su optimismo y su forma de ver la vida. Su forma de ser. Cómo escucha y cómo se comporta con la gente. Lo que queda de esos días de gritos y peleas es que todavía hoy quiero ser como ella. Yo de mayor quiero ser como Inés. Me considero una persona muy afortunada porque a los hermanos no se los elige. Pero si yo pudiese hacerlo, no podría elegir a nadie que no fuese ella.

Siempre que escucho esta canción de Belle and Sebastian me acuerdo de Inés. Fue una de las muchas cosas que me enseñó. He pasado el fin de semana con ella y ya la estoy echando de menos. Para ti, Inés.



Ella me sacaría de aquí si yo estuviese muriendo. Y sí, siempre lloro en los finales.

sábado, 8 de noviembre de 2008

De donde no se vuelve





"Camino cegado contra un sol poniente. Sobre mi cabeza, una tupida red
de araña recorta el cielo. Cables, postes, miles de ramas de árboles negros
y sus sombras...
Sus sombras rotas.

Una trepidación en el alma. En esta luz que me deslubra
está escrito mi ayer.
Los recuerdos y lo olvidado, atrapados en esta tupida red de araña.

Otros tiempos se abisman entre las líneas que mutilan el cielo...

Los excesos del pasado...

Vapores de opio donde el tiempo es sombra.
Vapores de opio sueñan letras chinas.

Morfina...
Pentazocina. Palfium. Dolantina. Pentapón. Sosegón...
Ampollas de clorhidrato mórfico...
Heroína...
El limbo que antecede al infierno (...)"

Alberto García-Alix




He visto toda la tristeza del mundo en la exposición de García-Alix. Euforia y desesperación. Subidas, bajadas. Chutes. Todo muy explícito. Todo muy real. He salido muy triste. Conmovida. Uf.

viernes, 7 de noviembre de 2008

El guardián entre el centeno


Me gustaría decir que Helene Hanff ha faltado esta semana porque al fin consiguió ir a Londres a visitar a Frank Doel y al resto de sus amigos de 84 Charing Cross Road, pero la realidad siempre es menos romántica que la ficción y lo cierto es que no he escrito en más de una semana porque básicamente no he parado por casa. Trabajo. Trabajo. Más trabajo. Clases. Momentos especiales...Ya estoy de vuelta.

Decidí hace unas semanas volver a la adolescencia y he estado releyendo, después de un millón de años, "El guardián entre el centeno". Ha sido muy especial volver a leer algo que leí hace tanto, con los ojos de una persona diferente a la que era entonces. He pasado de reconocer actitudes de Holden, a verlas con un sentimiento de :"ay, qué perdido está el pobre". Me he sentido un poco madre, tengo que reconocerlo, ¿pero a quién se le ocurre irse en medio de la noche a Nueva York? ¿a un pobre niño sólo y desvalido? ¿por qué?.

Aunque al poco de empezar a leer, he vuelto a sentirme un poco adolescente. Y, casi sin darme cuenta, me he visto a mí misma comentando cada cosa que se me pasaba por la cabeza. Como Holden.También como él, en realidad no le hablaba a nadie, sino a un interlocutor imaginario. Iba en el metro analizando cada movimiento, a cada persona y lo comentaba conmigo misma: "cada vez soporto menos el contacto con la gente en el metro, si quieres que te diga la verdad". Cosas de este tipo. He acabado agotada de tanto verbalizar todos mis pensamientos.

Qué entrañable Holden.

Hoy quiero hacer una mención especial a la noche de ayer. La presentación de el primero de Los Cuadernos de El Pez Globo fue todo un éxito. Fue una sorpresa ver a tanta gente. Muy emocionante. Con una acogida así, te entran ganas de seguir trabajando. Y en eso estamos. Gracias a todos. Gracias al Bandido Doblemente Armado. Gracias a Julia, Carol y Bar. Gracias.